
Qué es una smart city: la transformación digital de las ciudades
En nostrvs, nos especializamos en el desarrollo de soluciones tecnológicas que optimizan procesos mediante data science e inteligencia artificial. Exploramos diversas verticales como el sector Empresarial, el Sector Industrial y el Sector de Gobiernos , transformando la manera en que las organizaciones operan y mejoran su productividad.
Miguel Fernández-Mena, Smart Energy Engineer en Gridfy
3/10/20233 min read


De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las ciudades producen alrededor del 70% de las emisiones de carbono mundiales y, desde 2007, más de la mitad de la población mundial ha estado viviendo en ciudades. Además, se espera que dicha cantidad aumente hasta el 60% para el año 2030.
Ante este contexto, resulta imprescindible aplicar soluciones e innovaciones que permitan reducir la huella de carbono de las ciudades, con el fin de contener y reducir las consecuencias ambientales y socioeconómicas que, por el contrario, se derivarían del cambio climático. Y esto es posible gracias a las ciudades inteligentes o smart cities, las cuales utilizan nuevas tecnologías y cuentan con proyectos de sostenibilidad que permiten mejorar la calidad de vida de los habitantes y aumentar la eficiencia de recursos.
¿No sabes qué es una smart city? En este artículo, te contamos todo sobre estos proyectos integrales e innovadores.
¿Qué es una smart city y cuáles son sus características?
Una smart city o ciudad inteligente es aquella que adopta tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para la gestión de la urbanización y sus recursos energéticos, con el fin de mejorar su eficiencia y la calidad de vida de los ciudadanos, al mismo tiempo que se garantiza un desarrollo sostenible y respetuoso con el medioambiente.
“Ciudad Inteligente (smart city) es la visión holística de una ciudad que aplica las TIC para la mejora de la calidad de vida y la accesibilidad de sus habitantes y asegura un desarrollo sostenible económico, social y ambiental en mejora permanente. Una ciudad inteligente permite a los ciudadanos interactuar con ella de forma multidisciplinar y se adapta en tiempo real a sus necesidades, de forma eficiente en calidad y costes, ofreciendo datos abiertos, soluciones y servicios orientados a los ciudadanos como personas, para resolver los efectos del crecimiento de las ciudades, en ámbitos públicos y privados, a través de la integración innovadora de infraestructuras con sistemas de gestión inteligente.”
Definición de smart city del Grupo Técnico de Normalización 178 de AENOR, adoptada por el Plan Nacional de Ciudades Inteligentes de España.
Para acabar de entender qué es una smart city, es importante conocer sus principales características. Algunas de ellas son:
Uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC): la implementación de estas tecnologías ayudan a controlar los diferentes subsistemas que componen una ciudad inteligente para mejorar la eficiencia energética de la misma, además de la calidad de los bienes y servicios. Asimismo, a través de las mismas, los ciudadanos pueden participar en el control de la ciudad.
Eficiencia energética: las smart cities hacen uso de las llamadas smart grids, o redes inteligentes. Es decir, redes interconectadas que permiten la bidireccionalidad de datos entre el centro de control y el usuario. Esto permite que la respuesta sea rápida y eficaz en términos de demanda de energía y cambios de la misma. De esta manera, es un sistema en el que la generación eléctrica está distribuida en todo el territorio, es decir, no está centralizada. En este sentido, las redes eléctricas se encuentran comunicadas entre sí de forma constante, lo que hace posible monitorear el consumo de energía en todo momento y optimizar así la calidad del servicio.
Asimismo, en los edificios se cuenta con los smart meters, una herramienta de medición inteligente del consumo energético de los usuarios, capaz de comunicar a distancia y en tiempo real a través de telecontadores.Prácticas sostenibles: en una smart city, los edificios son domóticos y respetan el medioambiente. Para ello, tienen sistemas de producción energética integrados para reducir la huella de carbono.
Con este mismo objetivo, cuentan con un sistema de gestión inteligente de residuos, ya que, cuantos más ciudadanos, más residuos. Para ello, utilizan tecnologías que activan mecanismos de actuación como, por ejemplo, sensores que miden el sistema de llenado.
Movilidad urbana inteligente y transporte público sostenible: gracias a tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT), hay una mejor planificación del transporte y de la gestión del tráfico. Además, la movilidad es eléctrica, por lo que existen varios puestos de recarga públicos y privados.
Seguridad: dispositivos de vigilancia y análisis de datos, como cámaras, sensores y sistemas de protección de vídeo, garantizan la seguridad pública. A su vez, se refuerza la ciberseguridad para proteger el intercambio de datos.
Transparencia entre gobiernos y ciudadanos: en las smart cities o ciudades inteligentes se gestionan datos de forma masiva, por lo que se necesita que haya una administración digital transparente y que cuente con la participación de los ciudadanos a la hora de tomar decisiones y gestionar los servicios públicos.